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REINO DE LA REDENCIÓN

Tanto el Reino de la Redención como el de la Divina Voluntad son inagotables, por lo tanto es importante entender que aquí se ven los temas a modo de introducción. La persona tendrá que profundizar por ella misma.

 

Sin embargo, los caminos que se recomienden aquí serán suficientes para que la persona profundice hasta donde quiera.

ASPECTOS BÁSICOS:

 

¿Qué es el Reino de la Redención?

 

Por el  pecado del ser humano (ofensa al Dios que nos ama y nos ha dado todo) que inició con Adán (cfr. Génesis 3) las puertas del Cielo se cerraron para el hombre; con lo cual para poder entrar necesitaba salvación, ser liberado (redimido) de esta condición condenatoria (infierno).

 

Dios en su Misericordia se apiada del ser humano y Él mismo se hace hombre para cargar con nuestras culpas y liberarnos del pecado.

 

“Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre Él y por sus heridas fuimos sanados.” (Isaías 53, 5).

 

“Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados.” (1 Pedro 2, 24).

 

De esta manera Jesucristo nos justifica y nos da su gracia (vida divina) para reconciliarnos con Dios y poder ser admitidos (si queremos) en la intimidad con Dios y luego en la vida eterna.

 

“…por pura gracia han sido salvados … Pues han sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de ustedes, sino que es un don de Dios” (Efesios 2, 5-8).

 

"Dios manifiesta su omnipotencia convirtiéndonos de nuestros pecados y restableciéndonos en su amistad por la gracia" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 277).

 

El tema de la gracia es por tanto muy importante: nos justifica, nos permite entrar al Cielo, nos purifica, nos sana, nos santifica.

 

Jesucristo a través de su Iglesia (que es su Cuerpo místico y Esposa) que edifica sobre Pedro (cfr. Mateo 16, 18) nos deja su gracia y todos los medios necesarios para nuestra salvación.

 

"… En la Iglesia es en donde está depositada "la plenitud total de los medios de salvación". Es en ella donde "conseguimos la santidad por la gracia de Dios" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 824).

 

Existen varios medios en la Iglesia que nos llevan a tener una vida íntima con Dios (que se tiene que reflejar en nuestras relaciones humanas), que nos guían al Cielo, nos trasmiten la gracia y nos la hacen crecer: La Revelación de Dios (Biblia y Tradición Apostólica), los Sacramentos (siete), el Magisterio de la Iglesia, la oración (de variados tipos y devociones, pero donde la Misa tiene el lugar principal), entre otros.  En el siguiente apartado profundizaremos a modo de introducción en estos aspectos principales del Reino de la Redención.

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